Nativo del este de Asia, es el producto que, junto al arroz supone
uno de los principales alimentos en los pueblos de oriente. En el año 3000 AC
los chinos consideraban este producto, como una de las cinco semillas sagradas
(junto con el trigo, la cebada, el mijo y, el anteriormente mencionado arroz). En
1894 los japoneses empezaron a importar tortas de aceite de soja para usarlas
como fertilizantes. En la década de los 40 se empezó a promocionar por todo el
mundo, pasando por la India, París y América. Pero fue en 1954 cuando pasó a tener
una producción mundial.
Para Argentina y Brasil supone un papel fundamental en su economía,
aunque actualmente EEUU es el primer productor de soja.
La importancia de la soja está en que en la actualidad, es
una de las 8 principales materias primas del mundo en lo que son complejos
oleaginosos. Tiene una estrecha relación con la alimentación por todos sus
derivados, así como aceites y harinas. Se
usa tanto en alimentación humana como animal, por su alto contenido en
proteínas. Según los japoneses, “El que tiene soja, posee carne, leche
y huevo".
Podéis encontrar la soja en muchos productos alimenticios o
industriales que actualmente consumimos.
Es muy beneficioso para la salud por
su equivalencia a proteínas de otros alimentos y por su alto valor nutricional en
comparación con otros alimentos de origen vegetal, por lo que los vegetarianos
lo incluyen a su dieta. Tiene muchas sustancias digeribles y asimilables por el
organismo. Encontramos estudios que demuestran que sus beneficios están dados
por sus diferentes mecanismos de acción: Acción sobre el receptor estrogénico, acción
antioxidante, acción inhibitoria de enzimas que intervienen en la replicación
celular, y beneficios de la salud como función
renal, antioxidante (sobre el LDL-C),
antitrombótica, antiinflamatoria de los vasos sanguíneos, junto con las isoflavonas de la soja,
disminuyendo así la formación de la placa de ateroma.
Por otro lado, también hemos encontrado estudios que afirman
que los productos fermentados de la soja, se pueden ingerir pero con mucha
moderación ya que los alimentos sin fermentar pueden ser dañinos. No solo
tendrían las propiedades beneficiosas que se les atribuye sino que también
pueden perjudicar la salud.
Por ello, no puedo posicionarme con respecto a la
utilización de la soja, puesto que he podido leer diversos artículos en los que
se pone en entredicho tantos beneficios. Lo que sí está demostrado es que los
asiáticos no comían tanta soja y si las consumían, era en subproductos
fermentados. Personalmente, la utilizo en mi trabajo así como en mi alimentación
cotidiana, aunque siempre con moderación.